25 de enero de 2013

Vértigo.

No me dan vértigo las alturas. Un no, un quizás y un nunca.
      Que lo que me da miedo eres tú. Un segundo antes y sabes lo que vas a decir, aunque el miedo te coma y no puedas hablar.
      Te tiemblan los labios y no dices dos palabras seguidas. Saber que nunca será duele más, ese estar lejos de "aquí". Sería fácil, dijiste pero yo nunca lo pensé. Son mil cosas que solo tú sabes, una carga muy pesada que hay que llevarse. Porque te diría esas mil cosas y marcharía con un "hasta pronto". Supe que debería saberlo, pero nunca lo supo. Tenía razón cuando dijo que no era difícil  era yo la que no lo veía, una simple decisión y tu respuesta debe importar poco para poder seguir. Nunca oirás un no de mi boca. Lo que no nos es querido siempre queda atrás.