Tres tristes tigres

"Y ahora la vida es más justa porque no estoy contigo. Las cosas han ido como tú has querido. Y yo me siento en mi habitación, pero esta vez no hay nada que puedas decir. Que sí, que todo era bonito y que nada de esto tendría fin...te equivocaste y juraste demasiado por mí. Y justo en el momento menos indicado saliste corriendo sin mirar atrás. 

Pero yo no me arrepiento de descifrar cada milímetro, de esos que en tu piel me correspondían. Tu nombre ya no corre por mis venas, es el alcohol el único que me llama a probar sus labios una noche más. Y lógicamente yo accedo a su señal."

Volvemos a empezar.

Desde cero. 

Nos toca otra vez empezar desde el principio, aunque esta vez vayamos sobre seguro. El problema está en la velocidad, en lo rápido que va el mundo. Me gusta que el tiempo corra rápido y los días pasen de dos en dos cuando no estoy contigo...es injusto que el tiempo vaya tan rápido cuando estoy a tu lado. 

Detendría el tiempo en cada instante, lo reviviría una y otra vez...y lo suelo hacer la verdad. 

La vida es complicada. Porque cuando todo parece estar hecho...todo vuelve a empezar. Te das cuenta de que la meta está ahora más lejos; ya has alcanzado muchas metas, ¿por qué iba a ser esta más difícil? No lo sé, pero cada vez se hace más difícil cuando debería ser al revés. 

Siempre he creído que iba a contracorriente y que mi mundo era diferente al de los demás, tenía razón. Pero todo eso no significa que no vaya a volver a declararme la guerra. La guerra contra mis miedos. Todo parece estar bajo control y cuando no es así...el universo es un caos. Yo soy mi peor desastre, mi mayor caos. Cada mañana me despierta mi mayor enemigo, frente al espejo. 

Lo único que necesito es que pongan un poco de paz a mi vida, busco equilibrio desesperadamente. Y nunca he tenido las cosas tan claras como hoy. Bienvenida a la nueva etapa.