A cualquier otra parte.

Me iría, a cualquier otra parte. Al lugar más apartado del mundo y solo me llevaría una guitarra. Estaría tan lejos de ti...

Me aturullan las prisas, el futuro se me echa encima y pesa el miedo. Todo es más fácil cuando no se piensan las consecuencias, pero luego el golpe es más fuerte. Voy por momentos, un segundo y todo es oscuro, al otro lo veo claro...por eso sé que ni soy lo que realmente creo ni sé lo que quiero. Soy demasiado frágil para este mundo, demasiado vaga para cambiar mucho. 

Que son los "por si acasos" los que me están molestando. La inseguridad, el no saber racionalmente lo que puede pasar mañana. Pero claro, esa es la gracia de la vida, arriesgarse a perder para ganar. Aunque hasta de las derrotas se gana algo...se aprende algo. 

A veces tenemos que hacer locuras para sentirnos cuerdos. A veces tenemos que arriesgarlo todo por ser eternos. 

Como tu muerte nos separa.

"Ya no recuerdas ni tus palabras, pronto olvidaste todas tus promesas. Y en mis esquemas solo entra herirte".

Como la noche más larga del invierno, como la unión de la piel y el odio. La descripción del dolor plasmada en papel. Mil engaños, mil mentiras, mil formas de decir te quiero. Juro que te devolveré cada puñalada. Te devolveré cada lágrima, cada noche que me quitaste el sueño.

Confié demasiado en ti, en la forma en la que me acariciabas. El amor se hizo ira. Fui tu juguete preferido, ahora me toca a mí. Quiero ver como te equivocas, ver que cometes el error más grave de tu vida. Pero la rabia ha cerrado ya mi puerta. Ya no me sale fingir, todo está oscuro, incluso mi mirada. Se ha apagado la llama, al igual que la encendiste...en ese mismo instante. Te he aborrecido. Maldigo cada sonrisa que me sacaste, cada vez que juraste.

Esta es la única forma de liberarme, herirte hasta el último de mis días. Hasta ver como te destruyes, como tu muerte nos separa.