Un año más, un año muy bueno en todos los aspectos. Han cambiado muchas cosas, ya no suena esa canción en mi cabeza; son tus dedos los que ahora narran la historia, al mismo tiempo que crearon esa melodía. Aunque estuve varias veces al borde y se me sobresalía medio cuerpo siempre hubo una mano que me agarró fuerte. No me dejaron caer.
Ahora juego con el tiempo, dejo que pase y lo detengo cuando me gusta el paisaje que me brinda. Justo cuando te detienes y dices sí, ahí es cuando todo se para y el mundo te espera. Un respiro, un momento para volcar la mirada a tu vida.
Ahora disfruto de cada situación, cada canción en mi cabeza que me recuerda a ti. Y aunque no me gusta hacer planes, no lo puedo evitar.
Ahora me doy cuenta de todas las cosas que me quedan por descubrir de ti y de todo el tiempo que tengo para hacerlo. Y eso me gusta. Pensar que será para siempre, aunque el mundo insista en que eso no existe.
Resumiría este año, cuento los años de Hogueras en Hogueras, con la palabra "trabajo". Trabajo y más trabajo. Nunca me he rendido ni con nada ni con nadie. Siempre seguiré el camino que mi mente soñó una vez. Y ya no podré vivir sin esas palabras o momentos que vivimos y viviremos. Porque ahora veo lo mismo con los ojos abiertos que con los ojos cerrados.
