Distinguir

Distinguir, entre personas y animales. 

Distinguir entre sonrisas y "sonrisas". 

Distinguir entre verdad o mentira.

 Distinguir entre lo que vale y lo que NO vale la pena.

Todo lo que nos haga felices, lo que nos hace querer vivir, esa es la buena opción. Cuando alguien te dice: "Por favor, no os llevéis el recuerdo de que todos los de aquí somos como aquellos, gracias", da mucho de que pensar.De cada mil personas en el mundo solo una es buena. Bueno: respetable, humilde, HUMANO. Esas personas merecen admiración, y si todos fuésemos así, el mundo iría mejor. Quédate con lo mejor de cada momento lo demás, no vale la pena.

Realidades escritas

Cada segundo, minuto, momento. Ese cuando todo se detiene menos tu mente. La información fluye e influye.

Observar, respirar, observar, pensar, y en ese momento grabar toda clase de sensaciones y recuerdos y sentimientos en tu cabeza. Se para el tiempo para ti.

Vivir, no es un verbo simple. Compuesto, por otros tantos y odiado, por muchos otros. Pero cuando se experimenta con el arte, la humanidad (hablo de personas, no de animales), todo eso cambia. Aumentan tus ganas de vivir, tus pulmones retienen más oxígeno, tu corazón late más fuerte y tu cerebro, que decir de él, si lo controla todo.

Madrid, Atocha

Llegar, no ver más allá del frío seco de Madrid, diez de la mañana. Encontrarte perdido entre gentes de todas clases y recordar cada punto de tu ciudad, pequeña, insignificante, humilde.

Te sientes diferente, no encajas en ese puzzle pero todo, al fin y al cabo, cambia; como un tránsito de lo desconocido a lo ya vivido.

Y ves, en cada calle, cada esquina, algo que te hace sonreír, sencillamente por vivir y verlo y saber que estás vivo. Toda moneda tiene cara y cruz, bueno y malo. Tanta belleza y tanta pobreza.

Pero lo importante es saber vivir, saber lo que vives, para quién lo vives y porque lo haces.

Fallo.

Después de unos días un poco vacíos de ideas, recupero la inspiración en un intento suicida de sentir algo. Resumiría las ultimas semanas en una palabra, insípidas. Nada sobre lo que pensar, nada sobre lo que reflexionar, muy simple todo. Puede que sea por acostumbrarme a esto y verlo muy normal. Ganas de dormir, cerrar los ojos y abrirlos en un par de años. Hasta el día en el que muera perderé cada segundo pensando en ti, como si viviera en otro mundo al soñar, otra realidad, nuestra realidad.

Desde el principio.

Somos víctimas de las mentiras que la sociedad lanza a diario, el problema viene cuando nos las tragamos y actuamos como la masa quiere. No me importa el pasado, conviene mirar al futuro, al posible futuro. Odio a esa absurda manera de mentir, a las cosas por la espalda, al típico lanzamiento de piedras escondiendo la mano, todos los sin sentido y cada momento vivido en el cual deseé no hacerlo.

Empezar desde cero cada día, desde el principio sin que importe lo que hiciste ayer. Con una simple canción soy feliz, y más si me recuerda a ti.