Cuando el corazón puede a la mente, porque el sol puede acunar tus noches y la luna puede alumbrar tus días.
Te encaprichas en hacer las cosas difíciles, cuando lo difícil está en nuestra mirada... muchas veces aún de niño. Pero en este amanecer decido ver tu cara, mantener la tierra bajo mis pies y no elevarme hasta un cielo que a veces creo más real. Por eso, mantén la tierra bajo mis pies. Dime cada día quién soy, dónde me quedé durmiendo la última vez...
Y aún puedo quedarme como una piedra, y sentirme pesada en tus brazos...pero estoy aquí, cerca, aunque no me veas, esperando a nuestro "ahora". Y en algún sitio sentiremos el exceso, porque esperaré, esperaré por ti.
